MITOLOGÍA GRIEGA: ADONIS

Venus y Adonis, Rubens

Afrodita, con ayuda del ama, instó a Mirra, hija de Círnira, rey de Chipre, que cometiera incesto. Con una lámpara de aceite, la madre -Tías- descubrió el delito y persiguió a su hija. Para evitar que la mujer atrapara y castigara a Mirra, Afrodita convirtió a ésta en el árbol de mirra. Aún así, Tías lanzó una flecha, que se clavó en la corteza de su hija. Nació, entonces, Adonis. Era tan hermoso que Afrodita lo cogió, lo metió en un cofre y lo entregó a Perséfone para que lo protegiera. Sin embargo, la reina del Hades descubrió el bello ser que ocultaba el cofre. De modo que  se negó a devolverlo a la diosa del Amor cuando ésta lo pidió. Enfurecida, Afrodita se quejó a Zeus. Éste decidió  que el muchacho pasaría un tercio con cada una. En el otro, Adonis sería libre para vivir dónde quisiera.

Pero no habían tenido en cuenta los celos del dios de la guerra, Ares, que era el amante de Afrodita. Al percibir la pasión que la diosa sentía por el muchacho, Ares, airado, atacó a Adonis. Para ello se transformó en un jabalí. El animal lo hirió en la ingle, de la que brotó gran cantidad de sangre que se transformó en una anémona, la primera y efímera flor  de la primavera. Afrodita corrió a socorrer al muchacho. Sin darse cuenta, la carrera hizo que su blanca piel se arañara con las zarzas. La sangre de la diosa tiñó las rosas, que hasta entonces habían sido blancas, de rojo.

Aunque el mito presenta varias versiones, todas ellas coinciden en la simbología.  Adonis representa la vegetación que desciende al Hades en invierno (el tercio que pasa con Perséfone) y que vuelve para florecer en primavera (Afrodita). Representa el ciclo vital de la naturaleza.

Diferentes escritores han recogido esta escena, por ejemplo Shakespeare.

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